La soledad de los pájaros. Una
reivindicación vehemente de la confianza, de David Pastor Vico.
un
OLIVO ediciones (2017)
¿Y si la confianza no fuera
una simple construcción cultural?
¿Y si la confianza fuera un rasgo constitutivo del animal humano, como la
capacidad de hablar, pensar, amar o reír?
La
soledad de los pájaros es
un ensayo heterodoxo que realiza un recorrido crudo y directo a través de la
historia del ser humano—desde las cavernas paleolíticas hasta la popularización
de las redes sociales—, guiado por el afán de examinar de manera poco
condescendiente con nosotros mismos, casi quirúrgicamente, las relaciones
humanas vistas desde la filosofía (y su historia particular), la antropología,
la psicología y la pedagogía.
psicología
y la pedagogía, tal como hoy entendemos estas disciplinas del conocimiento.
¿Aprendemos
a confiar o nacemos confiando? La tesis del libro es precisamente la necesidad
de analizar nuestro devenir como especie asumiendo la posibilidad de que la
confianza sea un rasgo propio de nuestra naturaleza, y es en derredor de ella
como pudimos construir las primeras estructuras sociopolíticas (las tribus o
clanes) que nos permitieron evolucionar culturalmente hasta que, con la
aparición de las primeras ciudades y la pérdida de la confianza inherente a la
composición tribal, víctima del aumento poblacional propio de los núcleos
urbanos, tuvimos que erigir todo un constructo cultural que supliera tal falta
de confianza entre los vecinos, como fue, por ejemplo, la aparición de las
primeras leyes.
Pero
si la confianza fuera de suyo al humano como el pulgar opuesto a los otros
cuatro dedos de la mano, ¿sería tan fácil prescindir de ella a cambio de un
cuerpo de leyes y reglas? ¿No intentarían los animales humanos de forma casi
instintiva buscar consuelo y alivio a esa necesidad inherente de confiar en los
demás? ¿Y si la aparición de las agrupaciones de artesanos medievales, las
tribus urbanas, los hinchas de los equipos de futbol o las redes sociales,
fueran lenitivos que como pseudoclanes calmaran nuestra necesidad de sabernos
parte de un grupo, de un algo en qué confiar y volcar nuestras inseguridades?
En este texto las
preguntas se lanzan al más puro estilo socrático, sin concesiones a las
tibiezas del acriticismo, pero sin abandonar el rigor académico, que en este
caso no pretende citar por citar en busca del aplauso de los eruditos, más bien
plantea todo lo contrario. Las críticas al nulo papel de la filosofía actual,
la crisis de las humanidades, el advenimiento de la era digital y sus posibles
consecuencias, la pérdida de valores generalizada y la necesidad del
reempoderamiento de la educación formal, así como la obligatoriedad del
fortalecimiento de los vínculos de confianza social, son los elementos de
choque constantes en esta obra. Sin olvidar, por supuesto, el uso de un humor
ácido y corrosivo que no permitirá la indolencia ni la pasividad de ninguno de
sus lectores.
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