Día 19 de diciembre, jueves, 20h.
Presentación de la obra El ojo de dios,
Colección DSK-Novela, de Emilio Morales Ubago,
segundo volumen de la
trilogía que inició con La carta Bonsor.
El autor estará acompañado de Francisco
Vélez Nieto.
En esta ocasión, la desaparición de un
antropólogo en el Perú es la
causa inicial para una exótica y excitante
aventura por el país andino.
Arqueólogos, ladrones de tumbas, antropólogos,
mafias del tráfico de
antigüedades, diplomáticos y voluntarios
cooperantes entremezclan sus
vidas y sus intereses en una trepidante carrera
en pos de un raro objeto,
cuyo pasado se pierde entre la historia y las
brumas de la leyenda.
Entrada libre. Compartimos un avance de esta
esperada obra:
Reseña de Francisco Vélez Nieto.
Se despide este
2013 con mal fario y más penas que alegrías, aumento de
la corrupción y deterioro de la tarea política, cuando un gesto en el mundo
literario nos ofrece el novelista loreño-sevillano Emilio Morales Ubago con El
ojo de Dios, su segunda novela de quien sorprendió al saltar a la arena
literaria como escritor con su ópera prima La Carta Bonsor. Obra para deseosos
lectores de 2012, merecedores de tal gozo en la comarca de la Bética. Ahora,
por idéntica fecha de calendario, llega la presentación en el ruedo literario
de Lora del Río y Sevilla de su segunda novela. Obra de trepidante intriga, que
el autor considera el centro justo de lo que tiene calculado con una futura
tercera obra para completar la trilogía deseada.
Claro resulta, pues, que la
apuesta literaria se debe en parte a aquella esperanzadora acogida de la
primera obra, que creó en el espacio seguidores dado el impacto sorprendente,
que anuncia su continuación este año que termina con esta historia de ficción
que se desliza entre intrigas y misterios, teniendo como protagonistas los ya
creados personajes con la Carta de Bonsor: Barrera y Larraz. Ahora poseídos de
experiencias y no menos ganas tras su diana en el primer lance, nobleza obliga.
Esta pareja tan bien avenida invita a la lectura con El ojo de dios, vivir su
historia, realidad y leyenda no falta de ingenio y astucia, armas con las que
desentrañar la desaparición de ese amigo y compañero, que en el lejano Perú, al
parecer y según noticias, se ha podido meter en laberinto oscuro y complicado
demasiado arriesgado, encerrado en un ambiente donde no faltan emociones y
serios peligros en esta geografía.
La trama de esta tensa
narración la provoca esa extraña desaparición de este buen amigo de Barrera,
antropólogo de profesión, allá por la patria del gran poeta César Vallejo: “Las
Horas van febriles, y en los ángulos abortan siglos de ventura”. Lo que crea un
halo de misterio, trances acompañados de incertidumbre, desde el principio que
va atrapando al lector a medida que la acción se adentra en un intrínseco
embrollo por el que negocian, con amenazas y asesinatos, traficantes y ladrones
de tumbas en busca de valiosos hallazgo. Sin faltar esa lacra siempre dispuesta
en la sociedad: mafias, políticos y diplomáticos, con el descaro de no
limitarse honestamente a cumplir con sus justos deberes.
Narración
atrevida,
que tras la acogida de su opera La carta de Bonsor, invita a abrir las páginas
de su segundo paso literario. Una historia correctamente elaborada de ágil
escritura amena y de sustancioso
contenido, fruto de experiencia de criterios, que el autor ha venido
remodelando desde su reflexión sobre el compromiso del escritor en la forma y
en el fondo. Emilio Morales Ubago es consciente de estar comprometido consigo
mismo en su creación literaria de El ojo de Dios.
Un salto sobre
tierra firme con el que lograr la categoría de buen novelista de
historias cercanas y lejanas, quedando a la espera de una nueva entrega con la
que completar la trilogía deseada, en la que seguro los protagonistas, añoraran
su patria chica y los desayunos y copitas en el Bar Morales.
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